No hay nada que cumplir, ningún lugar donde llegar, ningún incierto que descifrar.
Ninguna música fuera de lugar, ni ruido que interrumpa este andar.
Me olvido de la cuantificación sistemática del tiempo, me olvido del clima, de las nubes...
Me olvido que nací, me olvido de la muerte, me olvido del Sol y de la Luna de Valhalla.
Me olvido de las moléculas, las vísceras y las venas.
Me olvido de que hay un vos, me olvido de que hay un yo.
M.C.S. XII-X-MMXIV