Me barriste los pies, no me los dejaste levantar
Me pasaste el trapo sin consultar
Levantaste polvareda, sacudiste todo,
pero no me abriste las ventanas
y el aire no corrió
No sacaste los trapitos al sol,
más bien los dejaste humedecer
en el enjuague de mis lágrimas
Me creí tu camino, tu zaguán
pero vos querías pasar nomás
Pasar como barrendero en madrugada
solo con la escoba, barriendo cordones ajenos
como de visita, sin saber si volverías a pasar por esta vereda...
M.C.S. 24/04/2009
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